martes, 12 de julio de 2016

La estética de lo complejo

A mediados de los años 1960 en Estados unidos y en Europa empezó a gestarse un nuevo enfoque en el diseño arquitectónico, que se identificó con el después llamado movimiento post-moderno. Una de las rupturas con la modernidad vino de expresiones como el Hippismo o la Liberación Sexual. los términos moderno, posmoderno, modernismo y posmodernismo tienen muchas aproximaciones e implicaciones. hay posturas que lo analizan desde lo cultural y lo artístico hasta otras que lo entienden como fenómeno social y político. En todo caso, hay una ruptura en la segunda mitad del siglo XX, que se hace patente en sus últimas tres décadas. 

Las discusiones al respecto son intensas, pero sin duda, una de las consecuencias del cambio de concepción de la realidad ocurrido en esas décadas es la manera diferente de ver las expresiones estéticas. Una de ellas tiene que ver con la complejidad como forma de expresión. Uno de los pioneros en este sentido es el arquitecto estadounidense Robert Venturi, que en su libro de 1966, Complejidad y contradicción en la arquitectura, aboga por una creación menos simple y más rica. Allí defiende una posición contraria a la arquitectura moderna, contra su supuesta pretensión de buscar sólo la diferencia y la novedad. Trata de demostrar que la complejidad de la forma arquitectónica que no puede ser reducida a un solo sistema lógico y estético (como defendían los modernos). Argumenta que esta arquitectura no es adecuada para un período de cambio como es de esos años de 1960, por lo que promueve un diseño que signifique la superación de la simplicidad del movimiento moderno. Un aceptar las complicaciones del hombre común en vez de ignorarlas y plantear un empezar de cero, como hacían sus predecesores en siglos pasados.

Dice Venturi: "Hablo de una arquitectura compleja y contradictoria basada en la riqueza y la ambigüedad de la experiencia moderna, incluyendo la experiencia que es intrínseca al arte". De esta forma se admite que hay un valor en lo complicado, una posición contraria al concepto de "menos es más", tan caro al modernismo. Muchos otros artistas se sumaron a esta visión, y se abocaron a la realización de obras cuya estética apela justamente a la complejidad, a la combinación de estilos, a la saturación y, por qué no, al kitsch. Durante muchos años esta actitud, considerada por algunos de vanguardia y por otros de pose vacía, influyó en el arte y la cultura finisecular, implicando pensamientos filosóficos y sociológicos. Aún hay la estética de lo complejo forma parte del repertorio artístico de los creadores del siglo XXI.



La "Guild House" en Filadelfia (1963), de Robert Venturi 

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