lunes, 24 de abril de 2017

Edificios impresos en 3D

Ya en publicaciones anteriores hice referencia a las impresoras que producen objetos en tres dimensiones, usando una tecnología de inyección de material plástico a presión, que replica en volumen cualquier plano bidimensional llevado a diseño espacial. Paralelamente a esas impresoras, una empresa china, Winsun, lleva desde el año 2008 desarrollando una gran impresora de inyección... ¡de cemento! En realidad no es concreto propiamente dicho, sino una mezcla de materiales (que incluye yeso reforzado con fibra de vidrio, cementos especiales con reciclado metálico y plástico reforzado con fibra), con la que se levantan edificios de hasta cinco pisos en unas pocas semanas.

El elemento clave sobre el que descansa la propuesta de Winsun, es una gigantesca "impresora" 3D, que tiene 150 metros de largo, diez de ancho, y 6,6 de alto. Se esconde en un enorme pabellón que también ha sido "imprimido" y que está situado en el Parque Tecnológico de Suzhou, a unos 90 kilómetros de Shanghái. El joven Ma Yihe es el fundador y presidente de Winsun New Materials, una empresa china que no esconde su enorme ambición. "Imprimimos el futuro de la arquitectura", dice su eslogan. 

Durante 2016, Winsun logró imprimir un bloque de viviendas de cinco plantas en un mes, una mansión de corte europeo en tres días, y varias casas tradicionales chinas con patio interior en dos jornadas. Paralelamente al sistema estructural por inyección, han logrado imprimir nuevos materiales de revestimiento, que permiten dar a los edificios la apariencia de los tradicionales, y son tan notables los avances que propicia esa tecnología, que diferentes empresas de diseño en el mundo se han mostrado interesadas un usarlas. Ya en Dubai se construyeron módulos de información con esta tecnología. 

La impresora, que se programa con planos tradicionales o en base a modelos en 3D, es capaz de crear un edificio de mil metros cuadrados en un solo día. Las ventajas que proporciona las detalla el presidente de la compañía: “En primer lugar, este modelo es respetuoso con el medio ambiente. Porque utilizamos como ‘tinta’ solo materiales reciclados". 

"Hemos creado además", continúa Ma Yihe, "lo que llamamos ‘piedra mágica loca’ que nos permite ofrecer infinidad de materiales de revestimiento con mejores propiedades que la piedra natural”. Esto se suma a otra ventaja: “En el futuro, queremos que nuestro modelo de negocio esté basado en la venta de licencias y patentes, así como en la comercialización de los materiales y las ‘tintas’ que producimos", afirma. "Eso nos permitirá hacer muy rentable el desarrollo de esta tecnología y podremos expandirnos mucho más rápido por todo el mundo”. Sin duda es todo un reto, sobre todo porque se encontrará con mucha resistencia, pero ya sabemos que los cambios suelen ser indetenibles. Solo queda esperar a ver cómo los futuros edificios son impresos en nuestras ciudades.











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